Ritmo en la piel – Maneras de Vivir

En la terraza de este rincón musical, entre palmeras y verde, una imagen se convierte en himno visual: una chica negra con afro, ojos cerrados y lengua fuera. Es un tributo directo al universo de los Rolling Stones, a ese símbolo inmortal de libertad, irreverencia y puro rock & roll.

El mural, pintado en el exterior de Maneras de Vivir, conecta con el alma del lugar: un espacio donde la música se vive al aire libre, sin filtros, con el cuerpo y con el alma. La figura parece fundirse con el sonido, como si cada trazo fuese una nota que resuena en la terraza.

Aquí, la leyenda se reinterpreta.
No es solo un homenaje, es una declaración:
la música no se escucha, se vive.

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