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El graffiti y la creatividad
Hoy en Estudio Graffiti hablamos de cómo hacer un graffiti. Antes de nada tenemos que hablar de la creatividad, que es una habilidad que la mayoría de las personas creen totalmente innata, concedida al nacer. Otros piensan que no es suficiente con nacer con esa “estrella”. Para la excelencia hay que desarrollarla, y esta parte, es la más importante.
El graffiti surge de varios contextos históricos y un estallido cultural después de la 2º guerra mundial y la guerra fría. Podemos afirmar que nace en la década de los 70 y principios de los 80, pero hay historiadores que aseguran que se remonta sus orígenes más allá de esta etapa del siglo XX. Incluso, se considera que el “grafismo” como tal puede surgir de las propias pinturas rupestres, oséase, desde el inicio de la conciencia del hombre.
Está claro que algo como grabar o plasmar la esencia de uno mismo en un soporte tiene mucho trasfondo artístico, y su formalización se tiene con el nacimiento del graffiti.
Qué es el graffiti
Graffiti es una corriente artística callejera dentro de la cultura underground “Hip Hop” (ya que su soporte de expresión es la calle y los muros o todo lo que tenga que ver con lo urbano y lo público) que se caracteriza por plasmar un alias o un seudónimo propio del autor, del graffitero, con distintos estilos y formas en sus letras que las hacen cada una única.
El graffiti surge como una corriente artística ilegal, de protesta social y de rebeldía contra los parámetros establecidos en barrios marginales de Estados Unidos, principalmente en Nueva York. Son intervenciones no subvencionadas por el Estado o particulares, por lo que no está sujeta a ningún parámetro normativo ni regla. Únicamente el código que forjaron los propios grafiteros entre sí y las leyes de valorización de letras, estilo y lugar donde desarrollarlo.
Por lo tanto, podemos afirmar que el graffiti es una subcultura underground de la que -para comprender adecuadamente- hay que participar o pertenecer de alguna forma.
Aun así, – al ser una corriente artística y con tanto impacto en la sociedad- inevitablemente muchas personas se han ido incorporando. Diseñadores, pintores, escultores, arquitectos, … Perfiles de otras disciplinas que han ido aportando aspectos propios de aquellos lugares de donde venían, mezclando sus deformaciones profesionales con el graffiti y reinventando en alegre mezcolanza enfoques sobre cómo hacer grafismo. Así, a día de hoy se ha llegado a tener un abanico de estilos y variaciones artísticas dentro del graffiti tremendamente amplio. Un maridaje perfecto entre el origen del graffiti y otras corrientes artísticas que prácticamente lo permite todo.
El graffiti, principalmente parte de la base de la representación de un nombre alias, seudónimo o “character” o “keko” (dibujo o muñeco) que represente a uno mismo, todos ellos en espacio público.
Conceptos previos a la pieza
Para ello -y como en todo proceso creativo- es importante tener una serie de conceptos claros antes de elaborar la pieza:
1. La Idea:
Lo primero pasa por un proceso de introspección. Identificar claramente el gusto, el tono y la personalidad de uno mismo. Escucharse y determinar qué es lo que más te gustaría representar, qué es aquello que en esencia hace que seas tú mismo y que estilo y forma podría tener. Para ello, la prospección y la observación es un gran aliado. Influenciarse de otros estilos e ideas va a hacer que se tenga un mayor conocimiento sobre el entorno en el que te mueves e identificar aquellos lugares que te gustan y a cuáles jamás quieres llegar. Jamás la copia va a ayudar a nadie, porque no estarás generando nada nuevo que refleje quién eres, más bien plasmando lo que hace otra persona de manera infantil y vacía. Pero influenciarse, hará que puedan brotar de ti nuevas ideas que solo podrán ser reales desde ti mismo.
2. El Boceto:
Una vez identificada la idea, el enfoque de tu trabajo, es necesario -o al menos de gran ayuda- establecer qué estilo de grafismo se quiere utilizar para plasmar ese nombre o estilo artístico o “muñeco”. Por lo que realizar bocetos previos para averiguar la manera de plasmar con conexiones, formas y dinamismos una armonía de composición y artística en la obra a reproducir, va a ser clave para elaborar una pieza óptima. Habrá que tener muy en cuenta el formato, las proporciones y los espacios negativos para que todo sea armónico.
3. Las herramienta de trabajo:
Habiendo identificado el estilo y las formas que vas a emplear, hay que saber bien qué tipo de material artístico vas a querer utilizar en la realización de tu propia obra. El spray es una herramienta que ha acompañado al Graffiti en toda su trayectoria debido a su fácil manejo y aplicación en cualquier superficie, pudiendo cubrir soportes de diferentes materiales y texturas. Gracias a esta explotación, el spray ha hecho que muchas empresas de pintura lo profesionalizaran a lo largo del tiempo para dar un mejor producto, más resistente, con más cantidad de colores y más cubriente.
Es una herramienta fiable que da muy buenos resultados, pero no a todo el mundo le agrada ni es su herramienta favorita, por lo que probar distintas técnicas como la pintura acrílica o plástica, los rotuladores, aerografía, stencils o pegatinas/stickers va a hacer que encuentres una forma más dinámica y precisa de producir tu obra. Al final, las herramientas no pueden ser una limitación en tu proceso creativo, más bien deben aportar ayuda y eficiencia a la hora de plasmar tu idea de la manera más fidedigna posible.
4. La localización y la ejecución:
Tener en cuenta el soporte donde quieres plasmarlo definirá mucho del resultado final de la obra. Como hemos explicado previamente, el boceto es la plasmación de la idea, pero ejecutarlo en el espacio público es hacerlo real. Y no tendrá el mismo resultado hacerlo sobre una pared porosa lisa que sobre una chapa de metal ondulada o un muro de ladrillo con textura. Por lo tanto, establecer una ubicación adecuada, donde el que el soporte juegue o interactúe con la obra, le dará un gran valor añadido.
Una vez trabajados todos puntos anteriores, lo que queda es comenzar con el proceso pictórico en la propia ubicación.
glosario términos graffitI
En el graffiti, hay diversos términos que especifican la zona de la pieza, te dejamos un pequeño glosario:
Relleno
El interior sólido de la pieza.
Trazo
Lo que delimita y separa el relleno del fondo.
Sombras
La proyección del relleno y el trazo sobre el fondo, o la forma tridimensional del relleno y el fondo, ambos recursos enfocados en el juego de perspectiva dela pieza.
Brillos
Focos de luz que determinan de donde provienen los destellos para realzar la pieza (de forma armónica, tienen que ir en concordancia con las sombras)
Fondo
Lo que engloba al relleno alrededor.
Power
Línea o forma que separa aún más el trazo del fondo para realzar la pieza.
Estos conceptos y términos son básicos para la realización de un graffiti. Organizar estos recursos es importante para plantear una buena pieza. Y como en todo proceso creativo, se irá siempre de lo general a lo particular, de las grandes masas a los detalles más pequeños.
cómo hacer tu graffiti - consejos
Un atajo para evitar luego tener que limpiar más trazos o evitar posibles rectificaciones, es hacer primero la masa general de las letras o el muñeco, es decir el relleno; y el fondo sobre el que va a ir. No importa si hacerlo limpio o preciso, eso ya va en gustos personales. Pero algo donde sí que hay que ser más preciso y limpio es en la línea o en lo que utilicemos de recurso para definir el dibujo o el diseño que estemos realizando. Los chorretones o “Dripping” es un recurso que o se ve que lo estás haciendo con una intencionalidad, o se notará que no controlas la técnica y dará un aspecto sucio y de poca calidad. Y la “Power” es algo que hay que hacer limpio si se quiere conseguir la separación del trazo con el fondo, sino será un recurso que más que aportar, seguramente lo que haga sea ensuciar.
La diversidad cromática y la variación armonizada en las formas, harán que el resultado sea más completo y acertado. Todo guiado como venimos diciendo de los gustos de cada uno. Y a partir de aquí, jugar con diferentes empleos y juegos hará que determines mejor como afrontar cada pieza desde el inicio.
5. Práctica:
Una vez ya hayas realizado la obra, lo que determinará tu evolución en esta disciplina tendrá mucho que ver con la reiteración y práctica. Cuanto más innoves, más experimentes y menos miedo al fracaso tengas, más podrás investigar libremente y sacar conclusiones más sólidas y de mayor calidad para tus piezas.
Como decía Thomas Edison “No he fracasado. He encontrado 10000 soluciones que no funcionan”.
Forjar un estilo puede llevar toda una vida, e irá mutando contigo casi con total seguridad.
Y en ese proceso muchas veces explorarás dinámicas de trabajo para poder cambiar de dirección y despertar nuevas inquietudes, distintas, que hagan que sigas avanzando y creciendo, forjando un estilo cada vez más personal, pulido y talentoso.
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