Silencio de Campo
Este mural fue creado para un salón particular con una premisa clara: convertir una pared en una ventana hacia la calma. La intención fue generar un ambiente de serenidad y amplitud, un refugio visual que ofreciera al hogar una pausa poética del ritmo cotidiano.
La escena retrata un paisaje campestre en tonos neutros y sepias, cuidadosamente elegidos para integrarse con una decoración elegante, sin sobrecargar el espacio. La técnica monocromática permite que la naturaleza fluya con suavidad por la pared: flores silvestres en primer plano, un campo abierto al fondo, árboles que enmarcan la composición, y una montaña que se alza sutilmente, creando profundidad sin agresividad visual.
Cada trazo está trabajado a mano, con detalle y paciencia, buscando no solo belleza, sino también armonía. Este mural no impone, invita a respirar. Aporta luz, textura y sensación de amplitud sin recurrir a lo obvio. Es una obra que se disfruta todos los días, sin necesidad de palabras.
Este tipo de intervención está pensado para quienes desean arte personalizado en su hogar, con un enfoque estético sobrio, atemporal y profundamente conectado con la naturaleza.