Graffiti en Escuela de Pole Dance
Como un susurro que recorre la piel del muro, una serpiente rosa se desliza entre brillos dorados y hojas que la arropan. Su cuerpo, alargado y sinuoso, ondula como lo hacen los cuerpos en el aire, en el giro de una figura, en la tensión suspendida del pole.
No amenaza: hipnotiza. No se esconde: vibra.
Este mural, creado para Firefly – Poleaéreos, es más que un adorno; es una declaración de energía, de movimiento, de transformación constante. En ella hay fuerza, sensualidad y renacimiento. La vegetación que la acompaña la sitúa en su hábitat natural: un espacio de libertad y cuerpo, de raíz y vuelo.
En el corazón de Parla, este graffiti en Madrid dialoga con la identidad del espacio, envolviendo con color y símbolo a esta escuela de pole dance donde cada paso, cada agarre, cada caída elegante, es también una forma de arte.
Un graffiti en una escuela de pole dance no solo embellece el entorno: lo potencia, lo llena de alma. Aquí, el muro ya no es límite. Es piel, es escenario, es impulso.